jueves, 16 de agosto de 2012

Do as the dawn each day, without thinking about the night he spent



Día tras día, la misma rutina.Aguardar esperando en la vieja biblioteca, ubicada en el living de la casa a que lleguen las 17:00 hs .Horario en que ella vuelve del colegio corriendo directamente en esta dirección, con el objetivo de darle c
uerda a la pequeña llave ubicada en mi espalda,para luego, danzar por un lapso de tiempo indeterminado.
Paradojicamente,el tiempo empieza a correr a una velocidad impresionante.En un abrir y cerrar de ojos está anocheciendo y no hay rastro alguno de la niña,pero después de todo ¿Qué es una vez? En este caso, nada mas que una pequeña exepción...
Al otro día, segura de su llegada me puse ansiosa,pero al anunciarel reloj las 17:00 hs,no había rastro alguno,más que el de mi presencia.Así,transcurrieron los días,o tal vez meses,no podría decirlo con certeza,el tiempo y el espacio terminan por fundirse en una misma masa.
Es extraño,como de un momento para el otro,las cosas pueden llegar a tomar un rumbo totalmente diferente,y más aún,esa sensación de nostalgia que causa el perder algo,que uno daba por sentado.Inclusive, aquellas pequeñas situaciones que en el momento no parecen tener importancia alguna.Como si para valorar algo,uno estuviera destinado a tener que perderlo.
Es increíble ver como siempre uno desea lo que no tiene,y se queja de ello,en vez de meditar a cerca el motivo por el cual el escenario es ese,y no otro,con el objetivo de empezar a vislumbrar el sendero por el cual tarde o temprano,con una gran convicción,determinación y por supuesto, fe en uno mismo,lograr revertir lo sucedido.
Tal vez paresca insulso de mi parte,no soy mas que un objeto decorativo de una antigua caja músical.Pero ese es mi mundo y lo mejor de todo es que a pesar de haberme llevado tiempo descubrir que era lo que necesitaba para mi vida,hoy poy hoy disfruto de ello,porque no solo me hace feliz a mi,sino que se extiende hasta alcanzar a los demás.

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