Es íncreíble a veces como uno se resigna a perder,por miedo a ganar. Soy una persona que piensa que siempre puede llegar algo mejor, pero también soy un ser humano y como tal tengo varias falencias. En esta publicación voy a hablar de algo que me toca muy a fondo y que si bien estoy tratando de modificar ,no me molesta reconocer...El orgullo.
Esa espantosa sensación que te demuestra que perdes el control de tus sentimientos, que a pesar de poner en la balanza la cantidad de cosas buenas que se pueden obtener, siempre está ahí para recordarte aquellas otras que te molestan y cargado de recuerdos insulsos te lleva a decir "que lo haga el otro, ya hice suficiente. Le hablé la cantidad de veces necesarias,le dije lo qe sentía,le traje obsequios o estuve presente"... Siempre es yo, yo y yo...¿Pero quién asegura que se agotó todas las instancias? Con esto no me refiero al hecho de que en una relación humana deba ser uno el único soporte, debe venir de ambas partes la firme convicción que la misma se mantenga,pero sin embargo es más facil pensar lo que una u otra parte aporta. En lo personal considero que toda experiencia es beneficiosa, por ahí no se obtuvo lo que se quería en el momento,pero se ganó el aprendizaje y lograr decir: "Me equivoqué" y modificar el accionar vale mas que cualquier tesoro. En mi vida me distancié de gente a la quise y aprecié mucho simplemente por miedo y esa sensación de que no podía hacer mas... Pero hoy por hoy, digo basta,no me importa, no quiero seguir mas en mi comoda posición y con la frente en algo digo... Tengo mucho que aprender!
No hay comentarios:
Publicar un comentario